EL GRAN MADRUGON TIRILLAS

Eran las 4.45 de la mañana cuando sonó el despertador. Miguel y yo nos levantamos, nos vestimos y sin perder tiempo cogimos el coche para dirigirnos a las estación de autobuses de Pontevedra. En poco mas de 20 minutos estábamos delante de la estación con un frío de 3 pares de narices (7 º C). Sacamos la bici del maletero y montamos las alforjas.



Una vez teníamos todo atado bajamos a las dársenas en donde ya estaba el bus que llevaría a Miguel a Pamplona.

Y como siempre: PROBLEMAS.

Chofer: "La bici hay que facturarla y debería estar empaquetada con cartón".

Miguel: "En el teléfono de información me dijeron que la trajera y ya me dirían aquí como hacer".

Chofer: "Yo no se nada. Habla con los de la oficina".

Oficinista: "Si no la facturaste tienes que facturarla, pero los de facturación no vienen hasta las ocho. Habla con el chofer".

Miguel: "Nos dicen que volvamos a hablar con usted"

Chofer: "Acaba de subir el de facturación. Vayan arriba"

Señor de facturación: "¿Quién os dijo que no hacía falta facturarla?"

Miguel:"La chica del teléfono de información?"

Señor de facturación:"Ya me imaginaba. Esa no se entera de nada"


Pues vaya información(pensamos nosotros).

Pagamos la tasa de facturación (13,02 eur) y volvimos a bajar a las dársenas. El autobusero ya tenía abierta la puerta del maletero y nos dijo que metiéramos la bici tal cual, sin empaquetarla.

Después de todo el rollo "burocrático", el Tirillas Miguel Sueiro, se subió al autobús el solo, ya que hasta Vigo no subian más pasajeros. Y así empieza la aventura peregrina de un Tirillas. A medida que Miguel me vaya contando cosas las iré publicando en el Blog.

Por cierto, el peso de Miguel antes de empezar el camino: 76.200 Kg.